De esta manera, se estima que también quedaría descartado el proyecto de trasvasar agua del río Negro al Colorado, una iniciativa alentado por Vidal, que tenía precisamente como objetivo incrementar el caudal del río Colorado en territorio de Buenos Aires.
La crisis económica quitó factibilidad al proyecto y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires quien tomó la decisión de cancelar la obra. Quiere evitar comprometer lo que técnicamente se denomina “espacio fiscal”, esto es el margen de maniobra dentro del presupuesto para proporcionar recursos sin comprometer la sostenibilidad financiera de la provincia. Los fondos serían destinados a obras en el conurbano bonaerense.
La obra tenía un costo de 187 millones de dólares de los cuales 150 millones llegarían vía CAF y el resto serían fondos de las arcas provinciales. El problema para la Gobernadora es que esos 150 millones pasaban directo al déficit bonaerense, algo que se sabe obsesiona al ministro de Economía, Hernán Lacunza.
Vidal tomó una decisión política fuerte después de negociar durante meses con funcionarios del organismo de desarrollo y con el gobierno nacional. La Gobernadora les dice a sus asesores una y otra vez que los problemas de infraestructura más importantes están en el Conurbano.
La megaobra del río Colorado -que beneficiará a 450 mil bonaerenses- consistía en un acueducto de 120 kilómetros que uniría la localidad de Pedro Luro (ubicada a orillas del río Colorado) con Bahía Blanca, uniendo varios pueblos de la zona más austral de la provincia.
Cabe recordar que son varias las provincias que buscan exprimir al máximo las aguas del río Colorado, a tal punto que plantearon trasvasar un gran caudal del río Negro para satisfacer esa demanda, una obra complementaria que encarecería aún más el proyecto.
Por otro lado, Mendoza, con la obra Portezuelo del Viento podría reducir significativamente el ya escaso caudal de nuestro río, y generar un antes y un después para quienes hoy viven gracias a estar a la vera del Colorado.
Abrirle la canilla a un nuevo actor, como la ciudad como Bahía Blanca y la zona aledaña y mediante semejante inversión, supone un gran riesgo para La Pampa, que lucha incansablemente por estos recursos, y para Río Negro, que no ha hecho absolutamente nada, ni se ha expresado en defensa del río Colorado, tanto a nivel local, como provincial.
Por suerte en este caso, la crisis resolvió sola una de las tantas preocupaciones que existen por la salud y caudal de nuestro río Colorado, a pesar del silencio y aceptación de las políticas dictadas desde Buenos Aires y la Casa Rosada por parte de JSRN, y la indiferencia sistemática a los reclamos pampeanos.